viernes, 30 de noviembre de 2012

Pintar un mueble


¿Quieres renovar un poco tu decoración? Una de las formas más baratas de agregar color y cambiar el estilo de un ambiente es pintando, pero las paredes no son lo único que puedes pintar. Una mesa, sillas o escritorio pintado de otro color puede hacer que tu hogar se vea completamente diferente, y sólo por el precio de una lata de pintura y unas brochas. Pintar un mueble también es una buena manera de renovarlo, especialmente si ya estaba empezando a tener marcas del tiempo. Aunque pintar un mueble es bastante fácil, asegúrate de seguir estos cuatro pasos para que el terminado sea de buena calidad y dure años; y si no te atreves, estamos muchos profesionales dispuestos a echarte una mano.

1.         El lijado es una parte imprescindible al pintar madera, ya que ayudará a que la pintura se agarre mejor de la superficie. Si la pieza que planeas pintar no tiene ningún terminado o barniz, puedes saltearte el lijado, aunque lo necesitarás si la superficie esta áspera. Empareja suavemente toda la superficie del mueble con una lija de grano 80 o 100. Asegúrate de siempre ir en la misma dirección, para prevenir marcas. Haz esta parte del trabajo lento, ya que ayudará a que la pintura tenga un mejor terminado. Después de lijar, limpia toda la arena de la superficie con un trapo húmedo y deja el mueble secar por unos minutos.

2.         La pintura base ayudara a que las capas de pintura regular cubran mejor la superficie, tengan un mejor terminado y prevendrá manchas al terminar de pintar la pieza. Escoge una pintura base de color gris, ya que es más fácil de cubrir con cualquier color de pintura. Aunque, si piensas pintar tu mueble de blanco, usa pintura base de este mismo color. Recuerda siempre usar pintura base del mismo tipo que la pintura regular, ya sea sintética o plástica. Algunas pinturas ahora vienen con la pintura base ya mezclada, ayudándote a ahorrar dinero. Al considerar usar esta opción, asegúrate que la marca que estas escogiendo es de buena calidad. Una capa es todo lo que necesitas de pintura base, usa una brocha o rodillo pequeño, ya que estos te ayudaran a tener más control, y cubre toda la superficie. No te preocupes si la pintura base no se ve uniforme en color, ya que esto lo solucionaras con las capas de pintura regular. Deja la pintura secar siguiendo las instrucciones del fabricante.

3.         Usa una nueva brocha o rodillo para pintar dos capas de pintura en tu mueble. Asegúrate de dejar secar la superficie por varias horas para que la pintura no se corra. Pinta capas ligeras. El terminado se verá mejor con varias capas finitas que con unas pocas gruesas, ya que no se verán las marcas de la brocha. Para prevenir burbujas pinta lento y deja que la pintura se seque completamente entre capas. Si eres principiante, usa un rodillo pequeño, ya que te ayudará a cubrir la superficie más rápido que una brocha. Usa una brocha en los bordes, y en donde sea que haya gotas de pintura. Antes de pintar la segunda capa, lija suavemente donde sea necesario (ya sea por gotas u otras marcas de la brocha o rodillo). Deja secar el mueble completamente por lo menos por 24 horas, ya que esto ayudara a que los gases VOC se aireen.

4.         Unas capas de poliuretano ayudaran a que tu mueble tenga más protección y a que la pintura dure más tiempo, aparte de que la podrás limpiar fácilmente con un trapo húmedo. Usa poliuretano a base de agua. El poliuretano tiene diferentes lustres, satinado, semi-brillante y brillante, usa el que más te guste dependiendo cuanto brillo quieres que tu mueble tenga. Aplica dos capas, dejando secar la superficie por varias horas antes de aplicar la segunda para prevenir marcas. Usa una nueva brocha o rodillo y pinta capas ligeras. Deja tu mueble secar por alrededor de 72 horas antes de usarlo para prevenir marcas. Una vez que la superficie esté totalmente seca, es hora de disfrutar de tu nuevo mueble.

La creatividad la dejamos en vuestras manos…

viernes, 9 de noviembre de 2012

Consejos para detectar la carcoma a tiempo

 

El proceso de desarrollo de la carcoma dura unos tres años, pero el primer síntoma es la presencia de unos pequeños agujeros y serrín a su alrededor

La carcoma es uno de los principales enemigos de la madera. Cualquier mueble o estructura puede echarse a perder por su acción. Las maderas más resistentes a sus efectos son la acacia, el enebro o la caoba, mientras que el haya, el arce y el castaño son más vulnerables a su ataque. La principal característica de esta plaga es la aparición de unos pequeños agujeros en la madera, que no se detectan hasta que la carcoma sale a la superficie. En los procesos avanzados, estos agujeros llegan a tener un diámetro de hasta 10 milímetros, ya que crecen a la vez que lo hacen las larvas. Los más pequeños oscilan entre 1,5 y 3 milímetros.
Los muebles viejos o con grietas, la humedad y una temperatura media de 22 grados favorecen el desarrollo de la carcoma
En general, se denomina carcoma a aquellos insectos coleópteros cuyas larvas son capaces de roer la madera. El ruido que producen al masticar apenas es perceptible, pero hay una señal inequívoca que delata su presencia: el polvo que generan alrededor de los agujeros que roen. Ésta es la primera señal de alarma.
Una hembra adulta es capaz de depositar hasta 80 huevos en grietas, fisuras y uniones. De estos huevos nacen a su vez más larvas que, en lugar de utilizar los "túneles" realizados por las hembras, excavan unos nuevos siguiendo el curso de las fibras blandas. El proceso de desarrollo de la carcoma dura unos tres años, lo que da idea de los graves problemas que pueden causar.
Los muebles viejos o con grietas favorecen la presencia de carcoma, puesto que las larvas aprovechan estas rendijas para penetrar en la madera y sólo hacen agujeros (la señal más visible) para salir. Además, la humedad y una temperatura entre 20 y 24 grados crean también unas condiciones óptimas que favorece su desarrollo, por lo que la primavera es la estación más favorable para la aparición de carcoma.

Tratamientos

La madera preferida de la carcoma es la madera seca, ya que facilita la excavación frente a las maderas duras, las jóvenes o las más antiguas. Lo primero que hay que hacer si se detecta serrín cerca de los muebles es comprobar si hay agujeros y observar su interior para saber si la carcoma los ha abandonado o sigue activa. Las galerías más recientes están limpias y pulidas, mientras que el interior de las viejas es oscuro, contiene polvillo y los bordes están deteriorados y astillados.
Cuando el proceso está en sus inicios, es suficiente con inyectar líquido anticarcoma en cada uno de los agujeros
Existen varios tratamientos para acabar con la carcoma, según el grado de afectación de la madera. Cuando el proceso está en sus inicios, es suficiente con inyectar líquido anticarcoma en cada uno de los agujeros del mueble y luego cerrarlos con una masilla especial. De esta forma, la solución empleada penetrará más profundamente e impregnará las fibras más internas. Un método alternativo es usar un spray anticarcoma. Si por el contrario la carcoma ha invadido prácticamente todo el mueble, será necesario empaparlo por completo con el mismo líquido y envolverlo con un plástico durante varios días hasta que se seque y se pueda volver a pintar o barnizar.
Cuando la madera está barnizada resulta más difícil que la carcoma la ataque. Este material suele ser tóxico. Por ello, hay que cuidar los muebles y restaurarlos ante los primeros síntomas de deterioro. Hay barnices especiales que crean una capa alrededor del mueble y le protegen de la acción de la carcoma.

Otra plaga peligrosa: las termitas

Otra de las plagas que causa daños en la madera es la plaga de termitas. A diferencia de la carcoma, ésta no siempre deja agujeros que delaten su presencia. "Las más peligrosas son las termitas subterráneas, presentes en toda la península ibérica y que pueden llegar a provocar graves daños en relativamente poco tiempo", explica David Mora, director técnico de Aplytec Medio Ambiente, empresa asociada a ANECPLA (Asociación Nacional de Control de Plagas de España), y autor del libro "Termitas Subterráneas, biología y control".
La termita es más difícil de detectar que la carcoma porque no siempre deja agujeros que delaten su presencia
La carcoma deja un rastro de serrín que permite su detección, pero sólo la termita que ataca a la madera seca hace también unos pequeños agujeros por los que expulsa sus excrementos. Esta característica hace que la termita sea más difícil de detectar que la carcoma o, al menos, que su detección sea más tardía. Un truco para averiguar si hay termitas consiste en golpear el mueble, el marco de la ventana, el suelo o cualquier estructura de madera. Si se rompen y se observa un hueco, es muy posible que haya termitas. "Los hongos xilófagos también pueden llegar a producir graves daños en las propiedades mecánicas de la madera", añade Mora.
Como en el caso de la carcoma, la humedad favorece la presencia y desarrollo de la termita, por lo que si no trata la madera a tiempo y de manera adecuada la plaga perdura durante mucho tiempo. Las termitas son insectos que viven en colonias con una gran capacidad de reproducción y una actuación rápida, por lo que su detección precoz es imprescindible. Por el contrario, si se trata la plaga, las carcomas pueden ser eliminadas en un máximo de 18 días, mientras que las termitas subterráneas precisan entre 6 y 9 meses para su total erradicación.



Fuente: Consumer