¿Quieres renovar un
poco tu decoración? Una de las formas más baratas de agregar color y cambiar el
estilo de un ambiente es pintando, pero las paredes no son lo único que puedes
pintar. Una mesa, sillas o escritorio pintado de otro color puede hacer que tu
hogar se vea completamente diferente, y sólo por el precio de una lata de
pintura y unas brochas. Pintar un mueble también es una buena manera de
renovarlo, especialmente si ya estaba empezando a tener marcas del tiempo.
Aunque pintar un mueble es bastante fácil, asegúrate de seguir estos cuatro
pasos para que el terminado sea de buena calidad y dure años; y si no te
atreves, estamos muchos profesionales dispuestos a echarte una mano.
1. El lijado es una parte imprescindible
al pintar madera, ya que ayudará a que la pintura se agarre mejor de la
superficie. Si la pieza que planeas pintar no tiene ningún terminado o barniz,
puedes saltearte el lijado, aunque lo necesitarás si la superficie esta áspera.
Empareja suavemente toda la superficie del mueble con una lija de grano 80 o
100. Asegúrate de siempre ir en la misma dirección, para prevenir marcas. Haz
esta parte del trabajo lento, ya que ayudará a que la pintura tenga un mejor
terminado. Después de lijar, limpia toda la arena de la superficie con un trapo
húmedo y deja el mueble secar por unos minutos.
2. La pintura base ayudara a que las capas
de pintura regular cubran mejor la superficie, tengan un mejor terminado y
prevendrá manchas al terminar de pintar la pieza. Escoge una pintura base de
color gris, ya que es más fácil de cubrir con cualquier color de pintura.
Aunque, si piensas pintar tu mueble de blanco, usa pintura base de este mismo
color. Recuerda siempre usar pintura base del mismo tipo que la pintura
regular, ya sea sintética o plástica. Algunas pinturas ahora vienen con la
pintura base ya mezclada, ayudándote a ahorrar dinero. Al considerar usar esta
opción, asegúrate que la marca que estas escogiendo es de buena calidad. Una
capa es todo lo que necesitas de pintura base, usa una brocha o rodillo
pequeño, ya que estos te ayudaran a tener más control, y cubre toda la
superficie. No te preocupes si la pintura base no se ve uniforme en color, ya
que esto lo solucionaras con las capas de pintura regular. Deja la pintura
secar siguiendo las instrucciones del fabricante.
3. Usa una nueva brocha o rodillo para
pintar dos capas de pintura en tu mueble. Asegúrate de dejar secar la
superficie por varias horas para que la pintura no se corra. Pinta capas
ligeras. El terminado se verá mejor con varias capas finitas que con unas pocas
gruesas, ya que no se verán las marcas de la brocha. Para prevenir burbujas
pinta lento y deja que la pintura se seque completamente entre capas. Si eres
principiante, usa un rodillo pequeño, ya que te ayudará a cubrir la superficie
más rápido que una brocha. Usa una brocha en los bordes, y en donde sea que haya
gotas de pintura. Antes de pintar la segunda capa, lija suavemente donde sea
necesario (ya sea por gotas u otras marcas de la brocha o rodillo). Deja secar
el mueble completamente por lo menos por 24 horas, ya que esto ayudara a que
los gases VOC se aireen.
4. Unas capas de poliuretano ayudaran a
que tu mueble tenga más protección y a que la pintura dure más tiempo, aparte
de que la podrás limpiar fácilmente con un trapo húmedo. Usa poliuretano a base
de agua. El poliuretano tiene diferentes lustres, satinado, semi-brillante y
brillante, usa el que más te guste dependiendo cuanto brillo quieres que tu mueble
tenga. Aplica dos capas, dejando secar la superficie por varias horas antes de
aplicar la segunda para prevenir marcas. Usa una nueva brocha o rodillo y pinta
capas ligeras. Deja tu mueble secar por alrededor de 72 horas antes de usarlo
para prevenir marcas. Una vez que la superficie esté totalmente seca, es hora
de disfrutar de tu nuevo mueble.
La creatividad la
dejamos en vuestras manos…